Los exámenes prenatales son esenciales para controlar la salud de la madre y del bebé. Los riesgos son mayores en el primer trimestre, pero el seguimiento debe continuar durante todo el embarazo.
Primer Trimestre
Al inicio del embarazo, se solicita la primera ecografía para confirmar la gestación, generalmente después de la ausencia de la menstruación y un test positivo. Esta ecografía transvaginal puede detectar el saco gestacional a partir de la cuarta semana y el embrión unos 14 días después.
Otra ecografía importante en esta fase es la morfológica del primer trimestre, realizada hasta la semana 12. Dependiendo de la edad gestacional, puede ser transvaginal o abdominal. Ayuda a identificar condiciones como el síndrome de Down, especialmente cuando se combina con análisis de sangre específicos.
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Además, se realizan los siguientes exámenes:
- Hemograma completo
- Pruebas de coagulación
- Análisis bioquímico de la sangre
- Verificación del factor RH
- Serología para hepatitis B y C
- Pruebas de anticuerpos para citomegalovirus, rubéola y toxoplasmosis
- Análisis de orina y cultivos para detectar infecciones
- Papanicolaou, si es necesario
Segundo Trimestre
Entre la semana 20 y la 22, se realiza la ecografía morfológica del segundo trimestre. Esta evaluación monitorea el desarrollo de los órganos del bebé, mide su tamaño y peso, y permite conocer el sexo con mayor precisión.
Se repiten los análisis de sangre y orina, con especial atención a la prueba de toxoplasmosis, sobre todo si la gestante tiene mascotas.
Tercer Trimestre
La cuarta ecografía se realiza alrededor de la semana 32, evaluando el crecimiento del bebé y asegurando que se desarrolle dentro de los parámetros normales. En esta etapa, se lleva a cabo la prueba de tolerancia a la glucosa, especialmente recomendada para madres con antecedentes familiares de diabetes o aumento significativo de peso.
En la semana 28, las mujeres con factor Rh negativo pueden recibir una inyección de inmunoglobulina. También es necesario detectar la presencia del estreptococo beta-hemolítico, ya que un resultado positivo requiere tratamiento para evitar la transmisión de la infección al bebé durante el parto vaginal.
La quinta ecografía, realizada poco antes del nacimiento, verifica la posición del bebé y determina si es necesario realizar una cesárea.
Exámenes Adicionales
Las cinco ecografías mencionadas forman parte del seguimiento rutinario. Sin embargo, si surgen complicaciones, el médico puede solicitar pruebas adicionales para garantizar un embarazo seguro y saludable.